El riesgo es parte de la estrategia de un buen inversor. Sin embargo, es posible que los proyectos económicos no siempre salgan de la forma prevista para todas las personas, y alguien termine cayendo en bancarrota.
Muy a pesar de las dificultades, es necesario saber administrar este tipo de crisis, agotando todos los recursos y vías administrativas que le permitan volver a equilibrarse, manejar su situación de forma responsable y gozar oportunidades para volver de resurgir económicamente.
En todo caso, declararse insolvente no es un beneficio que sólo aplique a las empresas; sino que también se contempla a las personas naturales como sujetos de derecho en momentos de vulnerabilidad económica, según lo estimado en la Ley 20.720.
Este recurso legal, conocido como la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento, señala que cualquier persona propietaria de casa, o que esté cursando carrera universitaria, sea adulto mayor, trabajador a cuenta propia o empleado, puede ejercer el derecho declararse en quiebra.
En las próximas líneas, explicaremos cuáles elementos son necesarios para declararse en quiebra y mediar a los acreedores de deudas de la forma más certera.
¿Puedo declararme en quiebra como persona natural?
La ley 20.720 antes mencionada respalda a las personas naturales. Esto podría entenderse como algo poco convencional, ya que la “quiebra” suele asociarse a empresas, corporaciones, fundaciones y a otras estructuras jurídicas.
La idea es proteger a las personas cuyo nivel de endeudamiento sobrepase ampliamente su capacidad de pago efectiva.
Algunas de las preocupaciones de las personas que caen en quiebra se asocia al crecimiento del interés de las deudas adquiridas previamente, su entrada a las listas de morosos, la pérdida de la capacidad crediticia y de la confianza de los acreedores, además de un posible embargo de bienes.
Por lo que hacer oficial su situación insolvencia le permitirá:
- Salir del DICOM, que es el principal registro de deudores de Chile.
- Acordar el pago más cómodo de intereses de las deudas preexistentes.
- Reprogramar el pago de deudas contraídas.
- Verse protegido contra embargos a cuentas bancarias.
¿Cuáles son los requisitos para declararme insolvente?
Para poder declararse en quiebra, deberás tener un mínimo de 2 deudas vencidas, con un monto total que supere los 80 UF (consulta aquí su equivalencia en pesos chilenos) por un plazo igual o mayor a 3 meses.
No importa si las deudas son originadas por pagos atrasados en la tarjeta de crédito, préstamos, multas, becas estudiantiles u otro tipo de origen lícito.
¿Ya no tendré que pagar deudas por declararme insolvente?
La declaración de insolvencia es un mecanismo de protección, más no de exoneración de deudas. Por lo que las deudas seguirán activas. El beneficio está e
n no verse limitado por el DICOM, los lapsos cortos de pago y la cárcel. De lo contrario, todo el mundo querría declararse en quiebra.
Por lo que, hay dos opciones que se habilitan para cumplir con el pago de deudas.
1. Revisión de deudas
El Estado le brinda las condiciones para que las empresas a quien les debe hagan una revisión y renegociación de las deudas con usted, con plazos y condiciones que podrían beneficiarse, a través de la reducción de intereses y la flexibilización de plazos.
Claro, esta opción sólo aplica para las personas que tienen la posibilidad de recibir un ingreso, aunque sea bajo y limitado.
2. Subasta de pertenencias
Si usted no tiene dinero y se declara con la imposibilidad de conseguirlo, existe la posibilidad de que sus pertenencias sean rematadas. Por lo general, las subastas de bienes se harán a precio bajo, por lo que es conveniente conseguir el dinero antes de la subasta.
¿Cuántas veces puedo declararme insolvente?
No hay límite establecido de veces para declararse en quiebra. Sin embargo, la ley sí establece que no puede pasar menos de 5 años entre una declaración y otra. Es decir, si se interpone un proceso en el año 2022, el sujeto sólo podrá aplicar nuevamente a tener esta protección en el año 2027.
En conclusión
El conocimiento profundo, el patrocinio y asesoría de un abogado con amplia experiencia en quiebras es vital para salir ileso de esta condición. Tenga en cuenta que el manejo del tiempo es importante, ya que, tras el vencimiento de los plazos de renegociación, el asunto podría complicarse, incluso, llevándolo a caer en un juicio que le imposibilite contar el con el beneficio.
Sabemos que los acreedores de deuda también se ven afectados por la paralización o demora del pago y la disminución de cuantía en el tiempo.
Por lo que también es recomendable que el abogado defensor tenga conocimientos y experiencias acerca de los intereses, los planteamientos y mecanismos frecuentes que utilizan las empresas para hacerse de la deuda.
La combinación entre el manejo de la jurisprudencia y el pleno entendimiento de la problemática específica del cliente, conlleva a una negociación certera y rápida de su caso.